Ferran Caudet, empresario, cofundador y director de Economía Humana.

Tengo 57 años. Nací en València y vivo en Barcelona. Estoy separado, tengo dos hijos y vivo en pareja. Deseo crear las condiciones para que otra economía sea posible. Creo en una política que trasciende las limitaciones de la polarización. Practico budismo, y todo lo que conecta con la sabiduría me interesa.

La intuición y los negocios

La kinesiología nació como una disciplina para sanar, un método que tiene en cuenta la totalidad del cuerpo y busca contactar al “médico interno” para que indique los problemas corporales. Caudet ha aplicado de manera práctica las investigaciones del psiquiatra David R. Hawkins –que dedicó 25 años a la investigación de la kinesiología– al mundo de la empresa a través de su propia compañía, Economía Humana, y, para explicar su método, ha escrito Economía Humana. Intuición, liderazgo y prosperidad (Siglantana). Caudet defiende que la intuición es una herramienta, al contrario de lo que se suele pensar, muy práctica y accesible; y nos cuenta la historia de transformación de líderes actuales del mundo económico, académico, espiritual y empresarial que están generando un impacto consciente guiados por su intuición.

Defiende la intuición como herramienta esencial en los negocios.

Sí, porque no podemos solucionar los problemas con el mismo nivel de conciencia con el que fueron creados.

¿Y cómo se hace eso?

Con una metodología algo disruptiva que llevo al mundo de la empresa a través de una organización internacional llamada Economía Humana.

¿En qué consiste?

Asesoramos a través de la lectura kinesiológica de campo (LKC), una técnica manual que utiliza el movimiento del cuerpo como método de estudio y diagnóstico.

¿El cuerpo responde?

Sí, el ser humano tiene la capacidad de conectarse con el poder creativo ilimitado.

¿Qué es eso?

No inventamos, descubrimos.

Eso es, toda la gran ciencia, antes de que el científico la defina, ya estaba ahí. El científico lo que hace es formarse, estar preparado para poder interpretar esa información. Todo es información.

¿Y usted se conecta e interpreta esa información a través de la kinesiología?

David R. Hawkins, psiquiatra que participó en el equipo de dos premios Nobel, estuvo 25 años investigando la kinesiología y desarrolló un análisis práctico.

¿En él se basan?

Sí. A través del movimiento del cuerpo, con un código binario complejo, se puede recibir y leer información eficiente relacionada con cualquier ámbito. Nosotros lo estamos aplicando al mundo de la empresa con muy buenos resultados.

Póngame un ejemplo.

Usamos mucho la kinesiología, por ejemplo, para selección de personal. Nos pasan 30 currículums preseleccionados. El paso tradicional sería hacer entrevistas, tests y demás.

¿Y ustedes qué hacen?

Nosotros vamos realizando preguntas con el currículum delante y mediante la reacción, es decir el movimiento de nuestro propio cuerpo, conocemos la respuesta.

¿Y ustedes cuántos son?

Diez o doce personas expertas en kinesiología. En diez minutos hemos eliminado las entrevistas y hemos seleccionado dos o tres currículos idóneos.

Lo que me está contando es francamente extraño.

Las células del ser humano tienen la capacidad de detectar aquello que es veraz, y lo hacen fortaleciéndose; pero cuando algo no es veraz se produce un debilitamiento.

¿Una respuesta de sí o no?

Una respuesta de sí, no o no sé, en la que se va profundizando a base de más preguntas, lo que significa que en muy poco tiempo, y siempre varias personas, llegan a un dato, esto se llama tangibilizar intangibles.

De nuevo necesitaré un ejemplo.

Tenemos una pregunta: ¿cómo podemos mejorar la prosperidad de este hotel?, y varias personas que controlamos la kinesiología indagamos qué podríamos hacer a través de preguntas muy concretas.

Y sienten la respuesta en el cuerpo.

Sí, enlazando el dedo índice y el dedo gordo de ambas manos y ejerciendo una fuerza.

¿Los empresarios no les toman por locos?

Esa fase ya la pasamos, en un principio costó, pero los resultados mandan. Ahora hay más gente que nos quieres contratar que disponibilidad tenemos. Pero son empresarios que entienden la empresa como un elemento vivo.

Pero a través de una cosa muy rara.

Para mí no es raro, cuando descubres todo lo que tiene tu cuerpo que decirte y empiezas a escuchar y aparecen respuestas tangibles, concretas, te convences.

¿Qué proyecto están haciendo ahora?

Estamos participando en la construcción de un edificio de veintitantas viviendas en Sabadell, y desde el minuto uno las decisiones se toman con LKC.

¿Y si unos utilizando este método dicen sí y otros no a las preguntas?

Eso pasa siempre, pero el sí y el no es parte de la metodología para seguir indagando, y es rarísimo cerrar una sesión sin haber llegado a un consenso.

¿Primero sentir, luego hacer, y por último pensar?

Eso es, y ahora estamos en el paradigma de mucho pensar para hacer y poco sentir. Eso quiere decir poca conexión con la intuición y con el potencial creativo ilimitado de capacidades externas e interna.

¿Qué entiende por sentir?

No estoy hablando de emociones, lo podríamos sustituir por intuición. Es conectar tus propias capacidades internas con el potencial creativo. Ese flujo de información es lo que te lleva a crear en cualquier ámbito.

Contra de la Vanguardia publicada el día 31 de agosto de 2024.

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