“La vida no es un problema que debe ser resuelto, sino una realidad que debe ser experimentada.” — Søren Kierkegaard

Durante el pasado fin de semana, el segundo módulo de la formación en medicina energética nos siguió expandiendo más allá de lo que la ciencia puede ver o medir.

Entramos en lo invisible de la complejidad humana, donde surgen respuestas extraordinarias sobre por qué enfermamos… y también sobre cómo sanamos.

Y como es invisible —y muchas veces aún no demostrable científicamente—, esas respuestas suelen no ser aceptadas por la medicina y la sociedad en general.

Pero la experiencia sigue hablando.

En la dinámica de campos energéticos y sistémicos, entendiendo el campo como un área de influencia, exploramos cómo el ambiente condiciona el crecimiento, la salud y el bienestar.

Y en ese punto, resonó con fuerza una frase: «Lo vivido tiene mas fuerza que lo aprendido».

La teoría pertenece al pensamiento: “pienso que sé”.
La experiencia pertenece al cuerpo: “sé, porque lo he vivido”.

Y entre esos dos mundos —el material y el inmaterial, lo visible y lo invisible, lo vivido y lo pensado — apareció una pregunta esencial:

¿Qué es la vitalidad?

Vitalidad es estar en vínculo con la vida. Y cuando ese vínculo se interrumpe, aparece el síntoma… como un recordatorio de volver a conectar.

Este viernes, en el correo inspiracional, voy a reflexionar como la vitalidad es el flujo invisible que nos conecta con algo mayor, con la vida que nos vive, con la memoria de lo que somos.

Por que la vitalidad no es solo energía física. Es la capacidad de responder creativamente a la vida, incluso cuando el cuerpo duele o el ánimo se rompe en pedazos.

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Para recibir el correo inspiracional: Por aquí.
Para sesiones y formaciones: https://stan.store/francesc
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Esta formación la estamos recibiendo en pareja.

Y poder hacerlo con Anna es un regalo y un punto de inflexión en nuestra relación de pareja, y en nuestro crecimiento como profesionales, personas y familia.

❤️ Un fin de semana «romántico» al mes… y un recordatorio de que amar también es sanar.